
Hace unos meses conocí este restaurante gracias a las cenas que solemos organizar los viernes entre amigas para ponernos al día de la semana. Mi amiga Sara, que siempre está a la búsqueda de las últimas tendencias y novedades en Madrid, había oído hablar muy bien de Evboca y nos pareció una buena ocasión para conocerlo.
Nos gusto tanto el sitio que hace una semana decidimos volver para tomar unos pinchos a la hora de la comida. El restaurante es pequeño y acogedor, de hecho sólo tiene una mesa al fondo para unos 6 - 8 comensales. El resto de la gente come en la propia barra o en las barras empotradas a lo largo del local.
Nada más llegar y para ir abriendo boca nos invitaron a una tapa de paella (muy abundante). Tras mirar la carta nos decidimos por los pinchos que podéis ver en las fotos:
- Bocadillo de calamares, un clásico de Madrid pero con una presentación muy coqueta.
- Abarca, ensaimada rellena de sobrasada y queso de Mahón.
- Las típicas mini hamburguesas (muy ricas).
- La "ensalatilla" con espuma de zanahoria, una presentación diferente. El toque de la espuma le da un sabor especial.
- De postre compartimos una "Triki" en homenaje a Barrio Sésamo, una cookie con helado de leche merengada. ¡Estaba tan rica que no me dio tiempo de hacer la foto de que se la comiesen!
Aunque en esta segunda visita no pedimos el "Tigretostón", os puedo decir que merece la pena probarlo por algo fue primer premio en el Concurso de Tapas de Valladolid del año 2010.
Sobre el personal decir que fueron muy atentos y simpáticos, ayudándonos a decidirnos entre los opciones de la carta.
Por último decir que la relación calidad-precio es fenomenal. Ya estoy pensando en volver para seguir descubriendo el resto de los platos.
Ver mapa más grande
No hay comentarios:
Publicar un comentario